GRAN AVANCE

En días pasados tuve la oportunidad de platicar con  el padre Jorge Martínez Ruz, párroco de Sta. María de Guadalupe, parroquia a la que corresponde  nuestra Capilla de San Pedro y San Pablo.

 

En nuestra charla hubo un comentario hecho por el padre que me llenó de orgullo  y alegría. El domingo 14 de enero cuando  manejaba dentro de nuestro fraccionamiento rumbo a la capilla, notó una  fila de autos a baja velocidad, en una de las curvas observó que al principio de ella iban unos pequeños en sus bicicletas.

 

El padre Jorge pensó que  estos pequeños ciclistas estaban siendo escoltados por sus padres, pero cuál fue su sorpresa al ver que al llegar a la capilla, los pequeños estacionaron sus bicicletas para entrar a misa y los autos de atrás siguieron su camino.

 

El padre llevaba prisa pues venía de dar una misa en Mérida y llevaba el tiempo contado. Quizás algún otro conductor también tenía prisa de llegar a algún lugar, sin embargo todos los que venían detrás  bajaron la velocidad y respetaron a los ciclistas.

 

¡Qué bonito fue que el padre dijera que en nuestro fraccionamiento existe el respeto al más débil!

 

 

Ojalá en nuestro fraccionamiento podamos ver más a menudo esta clase de ejemplos  de respeto,  educación vial y solidaridad …..


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