(Marzo 2018) .  En días pasados iba yo transitando por las calles de Caimito con mi bicicleta a pocos metros  de la curva, cuando escucho acercarse tras de mi un auto que al topar conmigo, y no hacerme a un lado, como están acostumbrados la mayoría de los automovilistas en este fraccionamiento; al parecer se enfadó.

 

Parte del no orillarme fue de que alcancé a ver que en la curva se acercaba otro vehículo  en sentido opuesto a nosotros. Esto impedía que el auto de atrás de mí pudiera rebasar, además de que por regla de tránsito, no puede rebasarse en curva.

 

Más adelante seguí sin orillarme por el simple hecho de que continuaba en curva y, repito, eso impide rebasar.

 

Unos metros más adelante se encuentra un anuncio que indica 40Km/h, señalándoselo para recordarle la velocidad permitida.

 

Sin embargo, al ser rebasada recibí un mensaje: “la calle no es tuya”, me dijo , después ,  pisó agresivamente el acelerador y se perdió en el horizonte.

 

Efectivamente, la calle no es mía ni de esa persona, es de todos y todos tenemos la libertad de transitar en ella, RESPETANDO LOS SEÑALAMIENTOS Y LAS REGLAS DE TRÁNSITO.

 

Aquí cabe recordar la evolución del trasporte en la Humanidad.

 

Hasta antes que se inventará la rueda, el rey de los caminos era el PEATÓN, sus dos piernas le servían para ir de un lugar a otro.

 

Una vez que la RUEDA se inventa, empiezan  los diferentes tipos de transporte: carretas, bicicletas y más adelante, con la invención del MOTOR  aparece el AUTOMÓVIL.

 

Esto nos recuerda quien apareció primero y el respeto que debemos tener por el más indefenso.

 

Me explico: si yo como ciclista veo en mi camino a un peatón en nuestras calles angostas y sin banquetas, automáticamente sé que éste tiene la preferencia . Tengo la obligación de: si puedo , abrirme para no llevármelo y si no, pues reduzco la velocidad.

 

Por ende, el auto debe hacer con el peatón y con el ciclista la misma maniobra…no hay de otra, ya que la calle, haciendo alusión a  las palabras de esta persona, es de todos los que la transitamos.

 

De esta manera, no necesitaríamos tantos topes ni radares de velocidad, que dicho sea de paso, no funcionan, o si lo hacen, dónde está la acción de la mesa directiva a sancionar ya que se pusieron para que ellos fueran los que registraran a las personas que transitan a alta velocidad .

 

Los autos siguen pasando volados sin que haya sanción alguna, pues ya la gente se ha cansado de reportar a las oficinas a los osados que siguen violando la velocidad y pasando por los topes sin siquiera frenar y lo único que hace la mesa directiva es mandar cartas .

 

Si realmente quieren ser duros e inflexibles, pondrían el anuncio ( que se está oxidando en la bodega) y  que mandaron hacer sobre la velocidad en donde se muestra que si hay una violación a la velocidad se hacen acreedores a una multa o a retirarle el tag en forma inmediata, no a una carta .. a dos o hasta tres, de advertencia.

 

 

Seamos realistas, cuando queremos educar a nuestros hijos en un valor los reprendemos en el instante para que les quede claro que lo que han hecho no es lo correcto.

 

(Si se fijan en las imágenes del principio, hace unos años teníamos en los tramos de curva y calles pequeñas, la velocidad de 25 km/h, pero que la quitaron para uniformar la velocidad a 40km/h. Sin embargo ni una ni otra se obedece. Pueden ver la carta editorial de mayo de 2015 en el artículo sobre el Accidente en Marañón).

Comentarios: 0